Frutas
Todas las frutas pueden congelarse, salvo las de pulpa jugosa que se ablandan al descongelarse: se aconseja comerlas bien frías. Debemos conservarlas en forma de puré o compota.
Cuando deseemos conservar melón, debemos constatar que sea bien firme y fresco, trozarlo y pelarlo, congelar solo o con otras frutas convenientemente envasados.
Las uvas deben cortarse por la mitad y extraer la semilla.
Si queremos congelar frutillas, debemos quitarles el cabo, lavar bien, volcar sobre una fuente bien separadas y congelar a! descubierto, retirar y envasar en bolsas de polietileno y sellar.
Debemos recordar que para decoración debemos retirarlas del congelador unas horas antes y utilizar cuando todavía están firmes, pues cuando descongelan completamente pierden un poco su asnee*o.
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Se recomienda el uso de ácido ascórbico pues impide que la fruta se oscurezca.
Cuando se trate de congelar duraznos, damascos o ciruelas, debemos descarozarlos, espolvorear con azúcar y ácido ascórbico y encimarlas para que conserven su forma.
Recordemos que el azúcar acrecienta el sabor dulzón y natural de las frutas.
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